domingo, 18 de julio de 2010

Nación de Pecadores

La novela más formidable que he leído en la última temporada llegó a mi biblioteca por casualidad. En un aeropuerto mis ojos divisaron The Secret Speech y adquirí un ejemplar principalmente por interés en su marco histórico. Para mi sorpresa, en sus páginas descubrí a uno de los autores más prometedores de los últimos años.

Como ya se ha planteado anteriormente, los géneros se mantienen vigentes gracias a la habilidad de escritores que logran traducir sus convenciones a premisas innovadoras. Si bien el género te dicta cómo será contada, es la historia que cuentes la que determinará el éxito del relato. Esto lo demuestra Tom Rob Smith en este thriller atípico.

The Secret Speech se desenvuelve en la Unión Soviética de finales de los cincuenta, en donde el pavor al Estado es el principal legado del recién fallecido Stalin. El título de la obra hace referencia al discurso secreto dado por el nuevo líder soviético, Nikita Kruschev, al Congreso del Partido Comunista, en el que criticó fuertemente el culto a la persona y los abusos del estalinismo. La historia nos retrata a una sociedad tan subyugada por la brutal represión del régimen que ha asimilado el terror y la paranoia como elemento natural de la vida cotidiana, a tal grado que las reformas de Kruschev les resultan tan inimaginables como una Berlín unificada. En este entorno florecen represalias inclementes: Agentes gubernamentales que en los años precedentes tuvieron el deber de cumplir la voluntad de los gobernantes ahora están siendo castigados—asesinados sistemáticamente en respuesta a las atrocidades que cometieron o condonaron.