sábado, 5 de febrero de 2011

Recuerdos de un Ángel

Usualmente cuando una novela es publicada como compañera de una serie de televisión podemos estar seguros de que su contenido no será memorable, en primer lugar porque nada relevante le ocurre a los personajes para no contradecirse con la continuidad del programa, pero principalmente porque no hay mucho esfuerzo en sus páginas pues no es más que una estrategia comercial para exprimirle unos dólares extra a los seguidores de la serie.

Le hice espacio entre mis lecturas a Before the Dawn, el primero en una trilogía de libros de Dark Angel, únicamente porque pronto empezaré a ver la colección de DVDs de esa genial serie que concibió James Cameron y que merecía durar más de las dos temporadas que fueron transmitidas. Pero con este libro tenía una garantía adicional: El autor es Max Allan Collins, conocido por sus historias detectivescas de Nathan Heller, Dick Tracy y Elliot Ness.

Before the Dawn nos lleva a los inicios de Max Guevara, quien en pantalla fue protagonizada por Jessica Alba. Ella es producto de un experimento genético del gobierno de Estados Unidos cuyo propósito era crear los soldados perfectos. Nacidos en el laboratorio de Manticore y entrenados desde pequeños, Max y sus hermanos logran fugarse a temprana edad, y la posterior detonación de un pulso electromagnético que transforma el país en una nación pobre y desesperada les permite desaparecer en el anonimato y crear nuevas identidades. Max se gana la vida aprovechando sus talentos como ladrona en Los Angeles mientras alimenta el anhelo de reencontrarse con sus hermanos, y cuando en las noticias ve la aparente reaparición de uno de ellos emprende un viaje a Seattle a buscarlo sin imaginar que una nueva vida está a punto de acogerla.

El recorrido que hace Max durante la obra permite la introducción de Original Cindy, Herbal, Sketchy, Normal y el resto del elenco que se volverá parte permanente de su vida en la serie de TV. Pero me sorprendió la intervención de Logan Cale alias Eyes-Only, ya que este relato antecede su encuentro con Max en el piloto. Collins lo maneja expertamente, conduciendo las historias paralelas con respeto a la continuidad ajena pero prometiendo semillas para las próximas novelas. Inclusive inserta a Seth—un X5 del cual previamente no sabíamos—que por una parte parece un leve abuso de la flexibilidad de los mitos pero por otra puede darle una nueva dimensión a la alianza que Logan hace con Max en el programa. Sobre todos ellos se cierne la ominosa amenaza del Coronel Lydecker, determinado a recapturar a todos los fugitivos de Manticore.

La habilidad que Collins exhibe al caracterizar a Max con todas sus emociones conflictivas y su voluntad de sobreviviente hacen de este libro una experiencia íntima con el personaje sin que se requiera conocimiento previo para encariñarse con ella. La conexión de Max con Moody y el Clan Chino habla de la dicotomía entre su necesidad de pertenecer a la familia que nunca tuvo y el potencial peligro que tácitamente atrae sobre sus seres queridos, tiñendo sus nuevos vínculos con sus compañeros en la empresa de mensajería Jam Pony.

Al final, el mayor elogio que se le puede hacer a Before the Dawn es que como novela puede ser disfrutada por cualquier lector que ignore la existencia de la serie televisiva que inspiró sus páginas.

Enero, 2011


Referencias Bibliográficas:

Collins, Max Allan. Dark Angel: Before the Dawn. EEUU: Del Rey, 2002. 271 p.

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