Después de seguir su carrera literaria a lo largo de siete novelas, Barry Eisler ha ascendido a la cima de mi lista de lectura, convirtiéndose en uno de mis autores preferidos. Esto no lo ha logrado gracias a su supuesta profesión previa en la CIA o por su extenso conocimiento de las artes marciales—aunque ambos son factores que enriquecen su relatos—sino por la tenacidad con la cual ha afinado su natural talento narrativo, desarrollando una prosa ligera pero dramática, coreografiando escenas estructuradas tensa, inteligente e irresistiblemente, y planteando tramas alimentadas de una investigación rigurosa que enfatiza la verosimilitud sin sacrificar la audacia de sus personajes.
Requiem for an Assassin es el séptimo y último libro publicado con el personaje por el cual Eisler se dio a conocer: John Rain, el asesino americano/japonés que a través de los años ha prevalecido frente a amenazas variadas, desde el crimen organizado de Tokio hasta terroristas árabes. A través de los últimos dos libros, Killing Rain y The Last Assassin, John ha experimentado una serie de epifanías—desde perder la oportunidad de participar en la vida del hijo que tuvo con Midori hasta su romance con Delilah—que lo condujeron a la decisión de retirarse de su profesión. Lamentablemente la serie nunca regresó al Tokio noir que tanto me fascinó en la primera entrega Rain Fall, pero el constante cambio de sus escenarios internacionales ha fungido como trasfondo para la maduración del protagonista, y en esta ocasión encontramos a John viviendo cómodamente en Paris, en donde se ha establecido para mantener una relación sentimental formal con la espía israelita que destronó a Midori de su corazón.